Cuando todo afuera parece ser caos, temor, incertidumbre… es momento de tomarse una pausa, conectarse con uno mismo, calmar nuestra mente y volver a nuestro eje.
Es tiempo de quedarse en casa, pintar el fondo y ordenar nuestro placard, acomodar afuera y… adentro.
De pensar también qué pasa si toca empezar de nuevo, una nueva oportunidad. Reencontrarme con lo que siempre me hizo feliz.
Parar, respirar, salir del ruido, conectarse con lo que sí vale la pena… escribir, leer, pintar, doblar papelitos, cocinar sin correr y con lo que hay.
Cuidarnos y quedarse en nuestro nido. Apagar todo… confiar.
Todo viene con todo…. que nos vino a traer todo esto?